viernes, 5 de noviembre de 2010

NYC: Un trabajo que nunca olvidaré.




Ser un estudiante de cine en New York no es nada fácil, no solo por la competencia entre los estudiantes constante y a la clara, pero para el que no lo sabe vivir en New York es más allá de caro, te tomas meses encontrar la manera de vivir cómodo y sin dolores de cabeza, comiendo bien y gozando uno que otro concierto y algunas birras por algunos clavos en el West o East Village.

Llegó el invierno y yo con poco dinero, vine a RD a visitar a mi familia, aquí el dinero me rindió de una manera absurda, cambié 1000 dólares y eso fue un escándalo (1000 dólares era la mitad de un mes de renta). La pasé fenomenal pero ya debía volver a NY a terminar mis estudios.

Con poco dinero en la cuenta volví a mi ciudad que tanto amo, el único lugar donde realmente me siento en casa (lamentablemente es así) y la cosa estaba muy floja, nada de rodajes, ni ediciones ni nada de nada, así que estudiante y joven al fin me tiré a mis amigos para que me ayudaran a conseguir alguito mientras.

Sven Kampka es un alemán compañero de clases que confieso debe ser una de las personas mas dulces y humanas que he conocido. También es un borracho profesional y una de las personas más desquiciadas que he conocido; mi querido Sven me ha conseguido un trabajo que paga 180 dólares la noche! Yo sin preguntar mucho le dije vamo a arriba alemán!

Sven trabajaba en un bar alemán como bartender llamado Sum Schneider (un clásico del east village en Ave. C) donde los alemanes tomaban cervezas como solo ellos pueden. El bar es pequeño, típico de NYC con música de todo tipo, y muchos alemanes borrachos. Y es aquí mi punto MUCHOS alemanes BORRACHOS.

Fui contratado como bouncer (portero/seguridad) rápidamente entendí porque pagaba tan bien el puesto de bouncer. Un día en la universidad hablando con Sven le comenté que he practicado jujitsu, judo y tae kwon do desde los 5 años, pues el entendió que yo era un ninja mínimo.

Para no hacer de esta historia un tomo de enciclopedia les cuento que la mayoría me temía en la puerta porque me decían [en acento alemán] "there is a reason why they put you there little man, I won't fuck with you, come here" y me besaban la barsa de borrachos alemanes.

Al final se volvió un mito en el bar de la aparente fiera que era Jorgy Cruz hasta un día que se armó un lío en la celebración de Octoberfest (búsquelo en google si no sabe que es y me entenderá) y bar era un mar de alemanes borrachos, de buena a primera se armó, Helga una de las camareras me voceó: "Jorgy, they're fighting!" mi primer instinto fue largarle un par de sillas o echarle agua fría como los perros, pero si hago eso me trancan y mal trancao.

Les cuento que los dos alemanes del lío eran de 3 pisos cada uno, yo me metí en medio de ellos y les grité a todo pulmón: "Stop it! both of you! Get the fuck out right now! out! meet me outside!" Pues les cuento que ambos se asustaron salieron del bar solitos y yo salí a hablar con ellos (me lleve unos de los buss boys que era mejicano y tenía pal de botellas en la mano por si acaso) Le di un boche como de carajitos y casi lloran ambos, se disculparon y claro cada uno me besó en la mejilla y me rogaron si podían volver a entrar.

Entraron, se brindaron birras y luego que mi turno terminó me di uno de los suapes más bellos de la historia de Nueva York.

Y me pagaron por eso!

That's fuckin' New York for ya.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya entiendo porque en "La vía láctea" (Malasaña, Madrid) está esa misma foto tuya que acompaña este post al lado de una de Almodovar y dice abajo: Jorgy "el hacha" Cruz, Madrid, 1998...

:P