viernes, 19 de octubre de 2012

Una de mis madres se ha marchado.

"All those wasted hours we used to know
Spent the summer staring out the window
The wind it takes you where it wants to go"



Tengo 3 madres, una de ellas me cargaba por el vecindario por las tardes, yo pequeñito, con mi pañal de tela y una chambra confiado en sus brazos. El calor tal vez menos intenso que el de ahora pegaba a la urbanización de Cancino a comienzo de los años ochenta. "Es su hijo?" le preguntaban y ella muy orgullosa decía de inmediato: "Ay si, mi bebé". Era mi tía Esther. 

Cómica ella. Muy cómica. Contestona según mi abuela, loca según otros, yo siempre la vi
libre, muy libre de ser quien ella era. Una sinvergüenza en el mejor sentido de la palabra.

Una noche, creo que en año 1990, recuerdo el conde de noche con mucha gente. Eran tiempos
de reyes post navidad. Muchos juguetes, La Margarita con el Santa que rogaba que no le hicieran cosquillas en la planta de los pies. Ella dijo: "Qué quieres que te regale?" a lo que yo
contesté: "Qué tú me regales?", y ella respondió: "Que lo' reye' te regalen, lo' reye' dije", yo inmediatamente señale un tanque plástico de un verde olivo intenso lleno de bates de baseball, 
ella sonrió un segundo y me dijo: "ta bien, yo se lo digo a lo' reye' entonze" (hablaba con la zeta). 

En ese momento entendí que los Reyes Magos no existían.

Cuando era pequeño junto a mis hermanos, la tía que te hacía reír siempre con sus ocurrencias
era Esther. Siempre atentos a nosotros y constantemente queriéndonos como sus hijos. 

El difícil explicar lo que ocurrió en mi cuando tenía 15 años y la Tía Esther sufrió su derrame
cerebral. Todo cambió. Mi idea de la vida, la felicidad y el tiempo cambiaron inmediatamente la vi en una cama paralizada. 



Cometí tantos errores luego de esto. Cometí tantas cosas buenas también. Todo mi ser
cambió. 

Life can just turn into shit in a split of a second. Todavía sigo teniendo problemas con esto. Muchos problemas con combinar mi ropa, callar cuando debo de hacerlo o incluso temer a 
morir. I really don't care and don't fear it at all. 

17 años pasaron y mi tía en cama, mi abuela a su lado siempre, día y noche junto a ella, dándole que comer, viendo novelas, bañándola, discutiendo (aunque tía perdió la habilidad 
de hablar); mamá cual médico y guardián entregó toda su existencia a cuidar de Esther. 

Su cuerpo cedió hace tres días. Me tocó cerrarle los ojos, darle un beso en la frente y decirle
que la amaba por última vez. 

Tengo un vacío en mi pecho. Físicamente puedo sentirlo. 

Igual que ustedes no tengo idea que pasa después, la idea del cielo me parece de muñequitos (por favor no quiero entrar en ningún tipo de discusión sobre esto), que no pase nada en absoluto tampoco lo se y me resulta bastante aburrido. Puede que uno muera y se pase la eternidad jugando en el botánico con muchos cachorritos. No se. 

Nunca escribo algo sin saber como va a terminar, creo que esta es la primera vez, así que aprovecharé para cerrar diciendo algo muy sencillo: díganle a sus seres queridos, a su mama, 
a sus amigos, a su pareja te amo, te quiero, eres importante para mi y gracias por ser. 

Tengo 3 madres, Altagracia Soto mi mami, Esperanza Ovalles mi abuela y mami, y mi tía Esther y mami. 

Gracias Tía. Espero que estés ya donde las cosas no duelen. 

Te extraño. 

No puedo dejar de escuchar esta canción, solo veo su sonrisota cuando la escucho. 



2 comentarios:

alfonso dijo...

lo siento tiguere.

alfonso dijo...

lo siento man.