Creo a veces que mi cabeza me dejará una carta formal de renuncia junto a la cama, y yo la encontraré al levantarme temprano a mis deberes de volverme loco y no sabré que hacer. Bueno, sabré que hacer claro está, pero ahora mismo, vaya, no lo imagino.
Me cuesta mucho dejar que las cosas pasen y ya, que sea normal la injusticia, el racismo, el clasismo, el machismo, el feminismo y todos los ismos que nos ponen más y más distantes a ser nosotros en vez de un conglomerado de ismos.
Me cuesta vivir en RD, en su capital, con su gente perdida, con hoyos en todas las calles, tais en vía contraria, bocinas que no se cayan, colmaderos bullosos, aceras destrozadas y su despliegue de basura por doquier.
Me cuesta entender la homofobia colectiva, los impuestos injustos y los narcos tomandolo todo para ellos, los políticos jugando a lo mismo siempre, a ver estatutos falsos, estatuas pendejas y tapones innecesarios. Me cuesta ver niños en las calles, carretas de chinas al lado de Jeepetas 2010; me cuesta vivir donde se va la luz pero hay un metro moderno, donde se va el agua pero la Jaguar no para de vender.
Me cuesta saber que estoy aquí de vuelta, que ya no estoy en Europa o en Manhattan, viviendo con poco: Feliz.
Me cuesta creer es así y ya coño. Me cuesta demasiado. coño.
1 comentario:
Tienes la razón. Vivir con todos esos -ismos es bastante atrofiante. Yo también vivo con ellos y me sofocan. Pero... tal vez algún día encuentres "eso" que puedes hacer para ayudar a cambiar todo esto :) Yo encontré mi "eso". Y espero que tú lo encuentres también :)
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