Con muchas expectativas y ansiedad fui a ver 'La lucha de Ana', y sentía esto por varias razones, la primera es innegable y es que conozco al director (Bladimir Abud) y siempre estuve escuchando como estaba buscando fondos por Ibermedia y cuando estaba reuniendo su crew, la otra es porque al conocer el tema del film inmediatamente recibo un fresco respiro, un aliento a que esas historias, esos guiones de calidad y de contenido social (que son bastantes) ya está encontrado su camino a las salas de cine.
Está de más 'acabar' con las producciones dominicanas, ya sean por que muestran y explotan en su mayoría al dominicano tigre, 'joceador', mujeriego y charlatán, que es imposible no recordar los libretos de tercera categoría de la televisión dominicana. Desde "La hija natural" de Leticia Tonos he reanimado mi actitud y espíritu ante lo que vaya a ocurrir con el cine de nuestra nación.
La historia de Ana es dominicana. Se siente dominicana, pero al mismo tiempo Bladimir logra que sea universal, que pueda ser vista en cualquier sala de cine del mundo y comunique todo lo que ocurre y como ocurren las cosas en estos barrios marginados de nuestra ciudad. Lo mismo puede identificarse alguien el Brazil, por ejemplo, con las favelas y el manejo policial.
Ana es buena. Una mujer buena, digna y trabajadora, que vela y vierte toda su existencia a su hijo Amaurys, un chico que se mantiene en la línea por esta misma razón en un ambiente que solo le ofrece asaltar, vender drogas y demás.
Ana sufre su mayor pérdida. Lo impensable. Todo por estar en la pobreza, por estar allí, en ese ecosistema que es el barrio dominicano, que te atrapa y te estanca, que no te deja salir y te vuelve parte de él.
El amor de madre se siente en los poros, hay escenas en la cual Ana (Cheddy García) sufre de tal manera que me dieron ganas de abrazarla.
No quiero dar ningún spoiler del film, quiero que todos vayan a verla.
Cheddy García me dejó anonadado. Desde su forma de caminar hasta su amistad con su comadre, están impecables. Ana existió para mi desde el primer momento que salió en pantalla. Su capacidad de actriz de proyectar dolor, impotencia y rabia, son dignas de admiración. Yo sentí su dolor y lo viví con ella. Le aplaudo su actuación.
El papel de la comadre de Ana fue llevado sin fallas por parte de Marquis Leguizamón, y la química de ambas era real, son dos comadres que se conocen bien y han pasado mucho juntas, y el de García por parte de mi queridísimo Miguel Ángel Martínez, un policía rudo, sádico y que existen por los cientos en nuestro país. Nada como ver actores con experiencia probada en pantalla.
Este film me llevó a recordar todos los amigos que he tenido y que tengo actualmente, los nuevos y los viejos. Es algo importante en la historia, como los caminos se separan y muchas veces nos encontramos que no tenemos ya nada en común con ellos, solo el cariño y el pasado que nos une. Amaurys sufrió por tener esta lealtad de amigo, de confianza.
Hay 3 cosas que quiero decir de el film,
1. Somos un país lleno de historias increíbles que ocurren a diario. Les aseguro que todos tenemos más de 5 historias que si la hacemos en un grupo nos tildarían de mentirosos, les dirían cosas como "pero tú vive' en una película por lo' meno'..." Y si, muchas veces en eso vivimos los dominicanos, en una serie de películas y cortometrajes que ocurren a diario. Esta historia es nuestra y vale la pena 100% verla y vivirla.
2. A todos los que han perdido la esperanza de que hagamos buen cine, películas nuestras y que se sientan como tal, 'La lucha de Ana' viene a traérnosla de vuelta, el manejo de actores, de cámara e información con las que nos bombardea están muy buen tratadas para la audiencia. Debo decir que la dirección de arte está impecable, aportó muchísimo para llevarme como espectador al barrio de Ana.
3. Y finalmente, los invito a que sientan, a que absorban este film, todos lo films realmente, no sean como muchos ayer que intentaban reírse o vocear algo para robarse el show, eso es usted mostrando a un grupo de extraños lo inseguro e inmaduro emocionalmente que usted es. Sienta y viva la magia del cine.
Estamos viendo como nuestro cine va formando cimientos de identidad, que no tiene miedo a ser si mismo, a ser de aquí y no tratar de imitar constantemente a los norteamericanos ni a los mejicanos.
Yo apoyo el cine bueno, sea dominicano, húngaro, polaco o chino y por eso yo apoyo 'La lucha de Ana'.
Mi último aplauso va para Bladimir. Enhorabuena Bladi. Gracias por su trabajo y arte.